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Israel habría tenido botas sobre el terreno en Irán desde 2010
Un informe asegura que las infiltraciones israelíes en Irán empezaron hace más de una década, pero se incrementaron en los días de conflicto.
Una serie de documentos de inteligencia filtrados que fueron compartidos con varios países occidentales, incluidos Estados Unidos y Reino Unido, revelan que espías israelíes se infiltraron en Irán durante años para recolectar información del programa nuclear y de misiles de Teherán.
Según los documentos y fuentes de inteligencia citados por The Times, Israel comenzó a preparar su ataque contra Irán desde 2010, basándose en la información de inteligencia que sus agentes habían estado recolectando durante años.
Instalaciones nucleares
Los espías lograron cartografiar la distribución de Natanz, identificando edificios superficiales y subterráneos, así como la infraestructura eléctrica, edificios de investigación y desarrollo. También se infiltraron en la instalación de Isfahán, los centros de cálculo y laboratorios de Nur y Mogdeh, el complejo militar Shariati y el gran hangar de Shahid Meisami.
El informe también destaca infiltraciones en otras instalaciones nucleares, como la de Sanjarian, donde, según Israel, Irán desarrolló componentes para la creación de armas nucleares.
Respecto a la producción de armamento, el informe muestra que Irán pretendía alcanzar un arsenal de 8.000 misiles tierra-tierra de largo alcance mediante la producción mensual de decenas de unidades. También aseguran que al inicio del conflicto Teherán contaba con entre 2.000 y 2.500 misiles balísticos.
Infiltraciones y asesinatos desde 2010
Los documentos afirman que la infiltración se reveló en 2010, con el asesinato de un científico nuclear iraní a plena luz del día, y que desde entonces se ha asesinado a otros cuatro.
Posteriormente, la muerte de Ismail Haniya, el líder del movimiento palestino Hamás, mediante artefactos explosivos colocados por agentes de seguridad iraníes en una casa en Teherán, confirmó aún más profundidad de la infiltración.
También destacan los últimos acontecimientos, como el informe de inteligencia israelí que planteaba la posibilidad de asesinar al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí.
El reporte asegura que los espías visitaron todos los talleres y fábricas que posteriormente fueron objeto de ataque, un ataque que permitió a Israel asestar un duro golpe a "la industria que apoyaba la fabricación de grandes cantidades de misiles". También destaca que la infiltración se incrementó en los días de conflicto y que sus métodos de reclutamiento incluyeron a personal iraní e infiltraciones en los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria.
La postura de Teherán
Luego del alto al fuego, se reveló un informe confidencial que indicaba que los ataques de EE.UU. sobre las instalaciones nucleares iraníes no lograron destruir los componentes centrales del programa atómico de Teherán, sino que probablemente solo retrasaron seis meses su desarrollo. Según el informe, los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán no sufrieron tantos daños como algunos funcionarios de la Casa Blanca esperaban, de manera que la República Islámica aún conserva el control de casi todo su material nuclear.
Posteriormente, Trump cuestionó la veracidad de los informes, asegurando que el ataque había provocado una "destrucción total". Trump también declaró este viernes que salvó a Jameneí de una "muerte humillante" al impedir que Israel llevara a cabo una supuesta misión de asesinato.
Ese mismo día el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abbas Araghchi, advirtió a Israel y a EE.UU. que "el gran y poderoso pueblo iraní" no tolerará más "amenazas ni insultos" y "no dudará en revelar sus verdaderas capacidades" para poner fin "a cualquier delirio" sobre su poder.
"Si el presidente Trump realmente quiere un acuerdo, debería dejar de lado el tono irrespetuoso e inaceptable hacia el líder supremo de Irán, el gran ayatolá Jameneí, y dejar de lastimar a sus millones de seguidores más sinceros", escribió el canciller iraní en X.
Teherán también rechazó la solicitud del director del Organismo Internacional de la Energía Atómica de visitar las instalaciones nucleares bombardeadas, luego de la decisión del Parlamento iraní de cesar de toda colaboración con la entidad. La medida significa que ni siquiera cámaras de seguridad del organismo pueden estar presentes en las instalaciones atómicas de la República Islámica.
Araghchi admitió que las instalaciones nucleares iraníes sufrieron importantes daños durante la 'guerra de los 12 días' con Israel y Estados Unidos. Mientras, el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, aseguró que el país había hecho una serie de arreglos de antemano para restablecer el funcionamiento de las instalaciones nucleares. También destacó la existencia de planes diseñados para evitar cualquier interrupción en el proceso de producción y servicios en la industria nuclear.
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